Una experiencia personal: AirBnB no es para todos.
Esta última semana me ha pasado una cosa extrema. Y digo extrema porque he tenido alojadas en un mismo apartamento y en días consecutivos dos chicas, muy similares en cuanto su perfil inicial, pero con un comportamiento extremo, opuesto. Y he descubierto lo que ya sabía: AirBnB no es para todos. Y no tiene nada que ver con la edad, lugar de procedencia, nivel económico o de estudios. Tiene que ver con la visión que se tiene de la vida, de viajar, y de los derechos y deberes de cada uno.
AirBnB no es para todos.
Me doy cuenta que tiene más que ver como como te ves tú y como ves a los demás en esos días que estás de vacaciones. Tiene que ver en como ves los deberes y derechos tuyos y de los demás. Yo pago, por lo que yo tengo este derecho y él este deber. Yo estoy de vacaciones por lo que yo tengo este derecho; él está trabajando por lo que él tiene este deber.
Mis huéspedes vienen a descansar y a disfrutar, y también a pasar unos días agradables en Vigo, en Galicia. Así que trato de que descansen, de que disfruten, y busco que conozcan y se enamoren de Vigo y Galicia. Creo que es mi deber hacer todo lo posible por facilitarles su estancia para que se enamoren de mi ciudad.
El problema llega cuando alguien considera que mi deber es su derecho. Y por ello considera que tiene derecho a exigir, considera que tiene derecho a no ser amable, considera que tiene derecho a no ser, ni siquiera, educado o considerado. Ahí te das cuenta que AirBnB no es para todos.
Laura de Matador.
Una de las chicas que estuvo en los últimos días fue Laura. Laura es redactora jefe de una de las publicaciones más importantes del mundo sobre viajes: Matador. Los gallegos seguro que conocéis Matador por artículos tan brillantes como «Las 17 cosas que le pasan a un gallego siempre que va a Portugal.» de Ana Bulnes. Pero Matador es mucho más… te recomiendo eches un vistazo. Aquí también, claro.
El caso es que Laura y su hija, fueron todo amabilidad, educación y empatía desde el inicio. El primer mensaje que me envió Laura acababa así. «(…) Nos encantaría alquilar tu apartamento!! Gracias!! Laura«. El tercero acababa así: «No te preocupes y mil gracias!! 🙂«. El quinto decía: «jajajjaja genial :))))))))«. Y claro, cuando nos conocimos acabamos tomando unas cañitas en la Plaza de la Constitución de Vigo. Es que si empiezas así, acabas tomando una caña.
A Laura y a su hija todo les pareció bien. Todo les gustó. Todo les interesó. Todo lo agradecieron. Todo lo valoraron. ¡Un lujo conocerlas! ¡Un lujo aprender de ellas! Por cierto: que barbaridad, que de mundo conocen.
No puedo dejar de mencionar madre e hija viajaron en autobús durante el día desde un pueblo de Granada a Madrid para luego enlazar de Madrid a Vigo otra vez en autobús, por la noche. Y después de poco dormir, llegar a las 6:00 a.m. a Vigo y… ¡¡que esté lloviendo!! Pues, aún así, les gustó todo. Estuvieron dos días y recorrieron la ciudad entera y alrededores.
Y este fue el comentario que dejaron sobre nuestro apartamento que está situado sobre el Arco de Quirós:
El departamento es precioso! Super bien equipado, impecable y la ubicación es, simplemente, inmejorable: Está en el corazón de Vigo. Pablo ha sido un host increíble, muy amable y simpático, la comunicación fluyó sin ningún problema. También fue muy flexible cuando le pedí hacer un check in temprano y un check out tardío y aceptó, ya que no tenía otros huéspedes ni cuando llegamos ni cuando nos fuimos (gracias!). Lo pasamos de maravilla y no vemos la hora de volver! 🙂
El polo opuesto.
Y, en la misma semana, el polo opuesto. Justo antes -o después, no recuerdo- estuvo otra chica. En sus comunicaciones no aparecieron nunca ni un por favor ni un gracias, lo cual tiene bastante mérito. En su primer mensaje de reserva nos ponía textual y exclusivamente «Somos una pareja que va a pasar el puente al norte«. Cuando le confirmamos la reserva y le preguntamos a que hora llegarían nos contestó: «Hola, el tren llega a las 22:45 así que a la 23 llegaremos al apto. Un saludo,«. Dado que nuestro check-in es hasta las 22:00, me doy cuenta que le daba igual lo que nosotros opináramos sobre su hora de llegada. Su derecho era llegar a la hora que le viniera bien, ¡para eso estaba de vacaciones!
Su estancia no fue grata para ella la primera noche. No fue capaz de poner la calefacción; aunque el edificio es del año 2013 y la calefacción tiene un termostato en la pared… no fue capaz de entenderse con él. Tampoco encontró los platos, ni las mantas; aunque el piso tiene unos 40 metros cuadrados. El último día nos pidió un late check-out pues su tren salía a las 16:00. Le expliqué que no podía ser porque teníamos otro huésped ese día y debíamos limpiar y ordenar el apartamento. Su mensaje de contestación ponía «No entiendo que problema hay en dejar las maletas en el piso mientras limpias y recogerlas después«.
Este fue la evaluación que dejó en AirBnB:
Fuimos a pasar el puente y el primer día no había ni mantas, ni calefacción ni platos, pasamos frío. Pablo nos lo solucionó al día siguiente, pero el último día que teníamos en tren, a las 16, nos hizo dejar la casa a las 12 a pesar de que el primer día nos dio a entender que nos podíamos ir a la hora que quisiéramos, no nos dio ninguna solución para el tema de las maletas y fue incluso desagradable. La casa esta muy bien situada pero es muy ruidosa, cuesta dormir. No repetiría.
Me gusta todo, pero lo que más me gusta es lo de «el primer día no había mantas, ni platos, ni calefacción«. ¡¡Es genial!! Como si sacáramos y pusiéramos platos, mantas o calefacciones de un día para otro. ¡¿¡¿En que cabeza cabe que no haya calefacción un día y aparezca el siguiente!?!? ¿¡¿¡En que cabeza cabe que no haya platos en un apartamento!?!?
Claramente no conseguimos entendernos ella y yo. O no consiguió entenderse ella con el piso. O no encontró los platos, los vasos y la calefacción. O no entiende a AirBnB. O es una venganza por no cumplir su última exigencia.
AirBnB no es para todos… no es para los que mienten en las evaluaciones: AirBnB no lo permite. Por eso hay un botón debajo de cada evaluación que pone «Útil» o «Denunciar». Y decir que no hay calefación, mantas o platos, no es útil y es denunciable.
Te animo a leer otra evaluaciones de ese apartamento. Rita, por ejemplo, dice del mismo piso:
La casa de Pablo es céntrica, limpia, y confortable. La comunicación fue fácil y rápida y él es majísimo. 100% recomendable.
Rita encontró los platos. Y la calefacción. Y las mantas. Y a mí. Y no miente. Si quieres puedes leer todas las evaluaciones y votarlas: Aquí.